Ejercicio Core es un término inglés que se traduce como núcleo o centro, tratándose de ejercicios que se centran en todos los músculos de la zona central del cuerpo.
¿Qué se trabaja en el ejercicio de core?
Los ejercicios core son ejercicios que se centran en los músculos de la pelvis, zona lumbar, glúteos, la cadera y el abdomen. Este tipo de ejercicios mejoran el equilibrio y la estabilidad.
Beneficios del entrenamiento de core
- Conseguirás un cuerpo más resistente y estable
- Fomentarás el movimiento de huesos previniendo lesiones o dolores de espalda
- Mejorar tu postura haciéndola más recta
- Mejora la respiración
- Al fortalecer los músculos del core protegerás tus órganos internos y sirven como apoyo postural
Y por supuesto:
- Ganar musculatura
- Tener el cuerpo definido
Ejercicios core
Existen múltiples tipos de ejercicios core que puedes realizar. Aquí te dejamos una tabla core que puedes realizar cada día.
Plancha o puente frontal
Se trata de un ejercicio muy completo y uno de los mayores iconos de ejercicios core que existen. Colócate boca abajo apoyando los brazos y los pies y suspende tu cuerpo sobre estos 4 apoyos. Mantén tu core firme durante todo el ejercicio. Cada vez que hagas este ejercicio te sentirás mejor y podrás aguantar cada vez más segundos.
Planchas laterales o puentes laterales
La vertiente de plancha lateral también es un ejercicio fantástico. En este caso se deja el peso sobre uno de los laterales del cuerpo y luego sobre el otro. En este ejercicio se trabajan muy bien los oblícuos.
Arrastre militar
Otra variante de la plancha es desplazarte con los codos en el suelo.
Eleva las piernas
Poniéndote boca abajo eleva las piernas en posición 90 grados y baja sin tocar el suelo. Vuelve a repetirlo varias veces.
Bird dog
Ejercicio que consiste en ponernos sobre los pies y manos boca abajo. Después extender un pie y el brazo contrario al mismo tiempo. Después hacerlo con la otra pierna y el otro brazo y repetir varias veces.
Abdominales Bicicleta
Boca arriba con los brazos detrás de la nuca estira tus piernas a unos 90 grados. Flexiona una de las piernas intentando tocar el codo contrario. Después hazlo con la otra pierna y brazo. Cuida no tires del cuello durante el ejercicio. Mantén tus codos abiertos mostrando tu cara.
